En un decomiso histórico, realizado en Baja California, elementos de las Fuerzas Federales y Fiscalía General de la República descubrieron e inhabilitaron, en el municipio de Ensenada, un depósito de hidrocarburos del crimen organizado en el que decomisaron, sin incidentes mayores, 8 millones de litros de combustibles robados de los ductos de Petróleos Mexicanos.
En operativo sin precedentes en la lucha contra el “huachicol”, personal de las secretarías de la Defensa Nacional, Marina Armada de México, Seguridad y Protección Ciudadana, Guardia Nacional, Fiscalía General de la República, Petróleos Mexicanos y Protección Civil se constituyeron en un predio ubicado en el kilómetro 100 de la autopista Rosarito- Ensenada, donde estaba instalada la ilícita negociación.
Se precisó que en las instalaciones referidas, los servidores públicos hallaron e incautaron 100 contenedores con más de 72 mil litros de combustible, camiones tipo cisterna con capacidad superior a los 30 mil litros por unidad, 12 motobombas, 19 tractocamiones, dos remolques tipo oficina, una cisterna con cuatro mil litros de urea y otros objetos de delito utilizados para la extracción y transporte ilegal del hidrocarburo.
Se precisó que los hidrocarburos decomisados durante las acciones que cotidianamente realizan los efectivos de las Fuerzas Federales, en apoyo a autoridades estatales y municipales, suman en conjunto 7 millones 994 mil litros, los que fueron “ordeñados” por los criminales de los ductos de la empresa paraestatal, mejor conocida como la empresa de todos los mexicanos.
Paralelo a lo anterior, en el estado de Querétaro, los militares, guardias nacionales y policías federales ministeriales, decomisaron 129 litros de hidrocarburos, presumiblemente robados, dos tractocamiones, cuatro semirremolques y detuvieron a dos personas, quienes fueron puestas a disposición del Ministerio Público Federal para los efectos legales correspondientes.
Estas acciones forman parte de la estrategia nacional para combatir el robo de hidrocarburos, una actividad delictiva que ha representado un desafío significativo para las autoridades en los últimos años. De acuerdo con cifras oficiales, el llamado “huachicoleo” ha generado pérdidas multimillonarias y ha alimentado la operación de grupos delictivos en diversas regiones del país.
El Gobierno Federal ha intensificado los operativos para desmantelar redes de sustracción ilegal de combustible, implementando tecnologías de monitoreo en los ductos de Pemex y reforzando la presencia de las fuerzas de seguridad en puntos estratégicos.
Sin embargo, los criminales han desarrollado métodos cada vez más sofisticados para continuar con esta actividad ilícita, lo que ha llevado a un constante ajuste en las tácticas de combate por parte de las autoridades.
La intervención en Baja California y Querétaro representa un golpe significativo para las organizaciones delictivas dedicadas al robo de hidrocarburos. La desarticulación de este tipo de operaciones ilegales no sólo evita pérdidas económicas para el país, sino que también contribuye a la seguridad de la población, pues las tomas clandestinas representan un alto riesgo de explosiones e incendios que han cobrado vidas en el pasado.
Las autoridades han reiterado su compromiso con la lucha contra el tráfico ilegal de combustible y han instado a la ciudadanía a denunciar cualquier actividad sospechosa relacionada con esta práctica.
Se espera que en los próximos días se den a conocer más detalles sobre las investigaciones en curso y las posibles vinculaciones de estos decomisos con otros grupos delictivos que operan en distintas regiones del país.