Por Karina A. Rocha Priego
¡No hay plazo que no se cumpla! Ayer, Claudia Sheinbaum Pardo se convirtió en la primera mujer presidenta de México, lo que nunca había sucedido. Hoy, se presume el empoderamiento de las mujeres mexicanas, pero hay que verlo.
En el que fuera el primer discurso de Sheinbaum como presidenta de México, se dirigió al pueblo de México para agradecerle su apoyo, prometiendo “no defraudarlo”. Pero, además, la primera jefa del Ejecutivo Federal, como era de esperarse, destacó “los logros alcanzados” durante la administración el hoy expresidente Andrés Manuel López Obrador.
Sheinbaum Pardo tocó todos los puntos clave para el desarrollo de nuestro país, asegurando que, para su gobierno, “la salud y la educación son derechos del pueblo de México, no son privilegios ni mercancía”.
Con respecto a la economía de México, Sheinbaum Pardo recibe de manos del gobierno amlista, un aumento de deuda considerado como el más alto en la historia en números absolutos, con 6.6 billones de pesos, con lo que hereda unas finanzas públicas “endebles” frente a las calificadoras, advirtieron analistas y, peor aún, se presume que esta nueva administración ya no contará con el respaldo de los fondos de estabilización para enfrentar una crisis.
Sin embargo, en el que fuera su primer discurso como presidenta, Claudia Sheinbaum destacó que seguirá la autonomía del Banco de México y se continuará promoviendo el cuidado de las inversiones privadas, dijo …”tengan la certeza que las inversiones de accionistas nacionales y extranjeros estarán seguras en nuestro país”.
Aquí, tras referirse a la soberanía nacional, enfatizó en que México es un país independiente y “no nos subordinamos”; remarcó que la política exterior de su administración mantendrá los principios de respeto entre los pueblos y no intervención.
Por supuesto, no podía dejar de mencionar la política social que se implementó durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, haciendo énfasis en el nuevo programa para mujeres de 60 a 64 años, así como los programas de becas para estudiantes de nivel básico, medio superior y superior.
Otro tema que tiene preocupados a los inversionistas extranjeros, se refiere al sector energético, del cual, Sheinbaum Pardo dijo que se mantendrá la política actual en materia de producción, y anunció que en los próximos días presentará la nueva propuesta energética que incluirá una ruta para la transición a energías renovables y nuevas inversiones, destacando el papel de las empresas públicas; un hecho que no pensábamos escuchar en tan “a corto plazo”, toda vez que, su antecesor, en 2022 aseguró que “…México apuesta su futuro energético al petróleo, no a las energías renovables”, siendo este, el “primer movimiento propio de su gobierno”.
Y es que, tras reconocer que la Ciudad de México, capital de la república mexicana, es “la más contaminada”, aseguró que durante su gobierno, esta “se convertirá en la ciudad más limpia, a eso me comprometí en campaña”, para lo cual habrá de impulsar una política centrada en convertir a México en una potencia científica: “no podemos quedarnos atrás”.
Pero hay dos temas más que resaltar, sin lugar a dudas, los más importantes, los más sensibles para los mexicanos, la economía en sí, de la cual la presidenta de México dijo que seguirá impulsando la relación comercial con Estados Unidos y Canadá, pues dichas naciones y México se complementan. También prometió continuar trabajando con el sector empresarial y los trabajadores para aumentar el salario mínimo hasta alcanzar “dos canastas básicas”.
Pero, en lo que a seguridad se refiere, Claudia Sheinbaum prometió continuar con la política de atención a las causas y señaló que promoverá una visión centrada en la inteligencia y no en el uso de la fuerza. Además, defendió que la Guardia Nacional ahora se encuentra bajo el mando de la Secretaría de la Defensa. Destacó que “quien crea que la Guardia Nacional estando en la Secretaría de la Defensa es militarización, está equivocado”.
También, fue enfática al asegurar que “no regresará la irresponsable guerra contra el narco”, y “garantizó” disminución de delitos de alto impacto, que “su” convicción es que la seguridad y la paz es fruto de la justicia, que los ejes de su estrategia: son la atención a las causas, fortalecimiento de la Guardia Nacional, donde descartó la militarización, coordinación con municipios, estados y Fiscalías, entre otros elementos.
Sin embargo, estarán de acuerdo que, habría que conocer a fondo, eso de que “no regresará la irresponsable guerra contra el narco” cuando, precisamente la administración saliente, se caracterizó por “acariciar” a los delincuentes en lugar de detenerlos, encerrarlos y enjuiciarlos, al grado de ganarse el mote de “narcogobierno”, por los supuestos tratos entre delincuentes y gobierno.
Peor aún, esta “estrategia” enlutó a cientos de miles de familias mexicanas, dejando a su paso más de 200 mil muertos en el sexenio saliente y, de continuar una estrategia de “terciopelo”, el número de muertos podría duplicarse, pero hay que darle a este nuevo gobierno el beneficio de la duda.
México necesita un cambio, no un “régimen autoritario e inquisidor”, un cambio que beneficie a los más de 130 millones de mexicanos y no a unos cuantos.
Hoy, el poder en manos de una mujer, se espera que esta actúe como tal, con la “delicadeza de una hembra” y la valentía, responsabilidad y rectitud de una mujer presidenta, que demuestre que “prometer es cumplir para todos”, no para “unos cuantos”, no “para un pseudolíder”, sino para quien quiere ¡hacer historia en México!.
Siguiendo con el tema de la “seguridad”, la jefa del Ejecutivo Federal agradeció y reconoció a las mujeres mexicanas, dijo: “no sólo a las heroínas de la patria, a las que seguiremos exaltando, sino también a todas las heroínas anónimas, a las invisibles, a las que con estas líneas, hacemos visibles.
“Soy madre, abuela, científica y mujer de fe. Y a partir de hoy y por voluntad del pueblo de México, la presidenta constitucional de los Estados Unidos Mexicanos. Gobernaré para todos y para todas, tengan la certeza de que pondré mi conocimiento, mi historia y mi vida misma al servicio de la patria. Tengo la certeza de que consolidaremos un México cada día más próspero”.
Hoy, y no ayer, empieza una nueva página de la historia de México. Esperamos empiece, con el pie derecho…