De manera sorpresiva se ha descubierto una nueva red de corrupción, que ahora afecta los intereses económicos de los mineros, una vez que se ha denunciado que los hijos del líder del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y diputado federal de Morena, Napoleón Gómez Urrutia, reciben 60 % de las cuotas de los trabajadores para construir “un emporio inmobiliario en Baja California Sur”.
De acuerdo con denuncias hechas por fuentes cercanas al sindicato en cuestión, mientras los trabajadores mineros siguen trabajando en condiciones precarias y a veces inhumanas, el líder y su familia se han vuelto multimillonarios.
Las voces denunciantes señalan que los hijos de Gómez Urrutia compran propiedades millonarias, pero declaran que no tienen ingresos y esto lo hacen de la mano del abogado Marco Antonio del Toro, quien desde hace años ha defendido a Gómez Urrutia y que en 2022 fue señalado de recibir millones de pesos desde las cuentas del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros y también ha defendido a personajes como Elba Esther Gordillo y Javier Duarte de Ochoa
Las mismas fuentes explican que la alianza entre los hijos del líder sindical y Del Toro presume “un claro conflicto de interés y despierta sospechas de un esquema de prestanombres. Advierten que el sindicato paga al abogado por sus servicios millones de pesos que vienen del dinero de los trabajadores y al mismo tiempo Del Toro tiene negocios inmobiliarios con la familia del líder sindical en cuyas manos está transferirle esos millones”.
Y más aún también denuncian que el emporio incluye una mansión de playa de más de 37 millones de pesos, un alojamiento de lujo y terrenos en desarrollos turísticos de Baja California Sur.
Hay que recordar que Alejandro y Ernesto Gómez Casso, hijos de Napoleón Gómez Urrutia, han sido señalados en el pasado como los herederos del sindicato. “Reciben depósitos millonarios de empresas ligadas y actúan de prestanombres para luego darse una vida de lujos”.
Esas mismas fuentes aseguran tener documentos en donde se demuestra que el 26 de diciembre de 2020, el abogado Del Toro y Alejandro Gómez Casso compraron el lote 77 del fraccionamiento Caleta Palmilla en San José del Cabo, Baja California Sur que tiene mil 986 metros cuadrados.
De acuerdo con la licencia de construcción emitida por el Ayuntamiento, ambos pagaron de contado, 482 mil dólares sólo por el terreno, casi 10 millones de pesos, con el objetivo de construir una casa residencial.
La licencia señala que el valor de la obra se reportó en 27.7 millones de pesos y consta de una construcción principal de 787 metros cuadrados, una terraza de 137, una alberca de 120, un pergolado de 82, una cochera de 48 y un sótano de 35.
Y de acuerdo con el mismo documento, los acabados son de mármol y maderas finas.
Por otra parte, también explican que la construcción de la mansión inició en 2021 y que tanto Del Toro como Gómez Casso, desembolsaron cada uno 18.7 millones de pesos por el terreno y construcción.
Las fuentes aseguran, sin embargo, que al revisar las declaraciones fiscales del Alejandro Gómez Casso, demuestra que reportó no haber tenido ingresos en el 2019, 2020 y 2021, es decir, que no ganó dinero antes ni durante la compra y construcción de la residencia.
A pesar de ello, en ese tiempo, el Sindicato minero transfirió 75 millones de pesos al despacho de Del Toro, lo que equivale a casi siete meses de aportaciones sindicales.
Las mismas fuentes revelan que Del Toro es propietario de un Bazar de nombre “Bésame mucho” y tres terrenos aledaños en el municipio de Todos Santos, cercano a San José en Baja Californi Sur.
Además, en 2021, Gómez Casso, compró una hacienda abandonada de 600 metros cuadrados por 10 millones de pesos, de contado. Entre 2022 y 2023 remodeló la Casa Medina que alquila como hotel.
Las voces denunciantes aseguran que en junio de 2022, adquirió casi cuatro hectáreas en la zona de El Pescadero, en Todos Santos por 23 millones de pesos, pagando 50 % de contado y 50 % a 15 meses.