El presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció que ofrecerá una visa denominada “tarjeta dorada” que abre el camino para recibir la ciudadanía, reemplazando un programa similar de hace 35 años. Será una especie de “tarjeta verde” (“green card”), o tarjeta de residencia permanente, “con un nivel más alto de sofisticación”.
“Vamos a vender una tarjeta dorada. Tienen una tarjeta verde, esta es una tarjeta dorada. Pondremos a esa tarjeta un precio de alrededor de cinco millones de dólares y eso te dará los privilegios de la tarjeta verde, además de que será una ruta hacia la ciudadanía”, declaró.
Con esta medida, el mandatario espera impulsar la llegada de “gente rica” al país. “Serán ricos y exitosos, y gastarán mucho dinero y pagarán muchos impuestos y emplearán a mucha gente. Y creemos que será extremadamente exitoso”, dijo, adelantando que la venta podría comenzar “en aproximadamente dos semanas”.
“Podremos vender tal vez un millón de estas tarjetas, tal vez más que eso. Y si sumamos los números, son bastante buenos”, continuó Trump. “Si vendemos 10 millones de tarjetas, eso es un total de 50 billones de dólares. Bueno, tenemos 35 billones de dólares de deuda. Eso sería genial. […] Tal vez sea fantástico”, planteó.
Según el mandatario, el nuevo programa es “algo así como una tarjeta verde, pero a un nivel más alto de sofisticación”. “Es un camino hacia la ciudadanía para las personas, y esencialmente para las personas ricas o las personas con gran talento, donde las personas ricas pagan para que esas personas con talento ingresen, lo que significa que las empresas pagarán para que las personas ingresen y tengan un estatus a largo plazo en el país. Y creo que es algo que nos pone muy, muy contentos”, agregó.
Por su parte, el secretario de Comercio, Howard Lutnick, explicó que la tarjeta dorada reemplazará a las visas EB-5, que “están llenas de tonterías, fantasías y fraude”. Las EB-5 fueron creadas por el Congreso de EE.UU. en 1990 para generar inversión extranjera y están disponibles para personas que gasten alrededor de un millón de dólares en una empresa que emplee al menos a diez personas, detalla AP.
“Por supuesto, [los aplicantes] tendrán que pasar por una investigación”, aclaró Lutnick. “Vamos a asegurarnos de que sean ciudadanos maravillosos, de clase mundial, globales. […] Pueden invertir en Estados Unidos y podemos usar ese dinero para reducir nuestro déficit”, defendió Lutnick.
