* También denunciaron las agresiones y hostigamiento que enfrentan en el ejercicio de su profesión……
Por Martha Romero
Médicos veterinarios del Estado de México participaron en el paro de labores que a nivel nacional fue convocado para exigir justicia por el asesinato de Héctor Hernández Cañas en el municipio de Tultepec el pasado 10 de febrero, quién fue víctima de amenazas y extorsión después de que no pudo salvar a una perrita que sufrió una obstrucción en el esófago por un hueso.
Portando lonas con consignas “#NiUnVeterinarioMenos”, “Todos Somos Héctor”, “El maltrato animal comienza en casa”, “No más violencia a veterinarios”, “Y a nosotros quién nos protege”, “Seguridad y respeto para el gremio veterinario”, entre otras, vestidos de negro y con batas blancas, los manifestantes marcharon desde el Parque Vicente Guerrero hasta Palacio de Gobierno.
Al arribar a la Plaza de los Mártires, los médicos veterinarios montaron un improvisado altar donde colocaron la foto de Héctor Hernández, colocaron flores y veladoras blancas, además exigieron a las autoridades atender sus denuncias.
Relataron que las agresiones y situaciones de hostigamiento que han enfrentado en el ejercicio de su profesión han escalado, tal y como sucedió con Héctor en el municipio de Tultepec, por lo que exigieron el esclarecimiento del caso.
Demandaron el cese del acoso en redes sociales que en algunos casos ha llegado al cierre de clínicas y denunciaron la violencia que sufren algunos de sus colegas, por lo que llamaron a las autoridades competentes a garantizar su seguridad y mejores condiciones laborales.
Destacaron que su profesión tiene uno de los índices más altos de suicidio debido a la presión laboral y las agresiones constantes, además de que estudiantes y padres de familia están reconsiderando la carrera por miedo a la violencia de la que son objeto.
Cabe señalar que el paro nacional se llevó a cabo en Ciudad de México. San Luis Potosí, Michoacán, Cancún, Acapulco, Durango, Morelos, Morelos, Guanajuato, Puebla, Querétaro, Chiapas, Oaxaca, Veracruz, Tlaxcala, entre otros.
Contexto
Fue el pasado 22 de enero cuando el veterinario explicó a través de sus redes sociales que la muerte de la perrita se debió a que ya iba en muy mal estado y los tutores tardaron en decidir hacer el procedimiento, lo que posteriormente afectó su recuperación y finalmente le provocó un paro cardiorrespiratorio.
Después del fallecimiento de la perrita los dueños iniciaron una campaña de desprestigio hacia el veterinario por “negligencia médica”, por lo que el acoso y violencia digital desencadenó en amenazas, así como la exigencia de darles 50 mil pesos para evitarse problemas, a lo que el veterinario se negó. Posteriormente, público que fue atacado con un arma blanca, pero finalmente falleció.