Javier Reyes Escamilla, presidente de la Unión Ganadera Región Centro Norte del Estado de México, señaló que la volatilidad climática está impactando severamente al campo estatal, por lo que los productores tuvieron que optar por granos que consumen menos agua, pero las variaciones climáticas obligaron a sembrar en varias ocasiones debido a la pérdida de cultivos, elevando los costos hasta un cien por ciento.
Indico que el reciente temporal de sequía en primavera, con máximos históricos, y la intensidad de las lluvias en la actual temporada afectarán negativamente el ciclo agrícola para los productores del Estado de México, lo que se traducirá en un aumento en los precios de los alimentos.
Advirtió que este aumento en los costos de producción se reflejará en los precios finales para los consumidores. “Al final del ciclo de cosecha, el impacto en el consumidor final será al menos del 25%”.
El presidente de la Unión Ganadera pidió al gobierno estatal que facilite una mesa de trabajo con la Federación y los productores para desarrollar una estrategia coordinada para el próximo ciclo de siembra.
Expresó la necesidad de una discusión temprana sobre el cambio climático y sus efectos para tomar decisiones informadas y adecuadas para el campo.
También lamentó la pérdida de bordos de agua en el estado, que han sido abandonados sin rehabilitación y ahora están secos, lo que agrava la situación para los agricultores.
