Fiel a su estilo siempre serio, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, fundador del Partido de la Revolución Democrática, (PRD) esta vez hizo reír al auditorio de la Feria del Libro del Palacio de Minería, al ser cuestionado si votará en la polémica elección judicial del 1 de junio, con seis papeletas de diferentes colores y hasta 81 candidatos por boleta.
“Votaré por jueces si logro entender una boleta”, adelantó con ironía.
El excandidato presidencial presentó junto con Rolando Cordera Campos y Enrique Provencio, académicos de la Universidad Nacional Autónoma de México, el libro Ante la situación nacional: reflexiones y propuestas 2024-2030 (UNAM). En la obra participaron 50 autores con 18 temas.
Al hablar del proceso judicial ya en puerta, Cárdenas Solórzano adelantó que “No era esta la reforma judicial que esperaba, porque no tengo ninguna especialidad en cuestiones judiciales, ni pensaba que esa pudiera ser la reforma”, agregó.
Ahí en el vestíbulo volvió de nuevo a su parquedad cuando le preguntaron cómo ve la relación del gobierno mexicano con Donald Trump. “No le sé decir qué pueda hacer Trump, pero yo creo que aquí habrá la habilidad suficiente y la sensatez suficiente para manejar bien los problemas”, sostuvo.
En la presentación se planteó la necesidad de cambiar el diseño del Plan Nacional de Desarrollo (PND), un documento que cada presidente pública al inicio de su sexenio.
En ese sentido, recordó que en el sexenio de Andrés Manel López Obrador, por ejemplo, se prometió un crecimiento promedio del 4 por ciento y, sin embargo, lo dejó apenas en 1 por ciento. Ese incumplimiento ha sido algo común en todos los gobiernos y la falta de explicaciones, sostuvo.
“No se conoce la asignación de recursos que pudiera haber para alcanzar determinados objetivos, ni existen ni siquiera señalamientos, ya no diría yo sanciones o explicaciones, por lo menos de por qué se cumplen o no se cumplen los objetivos marcados en los planes objetivos”, dijo el fundador del PRD.
Cárdenas Solórzano también planteó que el Plan Nacional de Desarrollo fuera consultado con la ciudadanía, avalado por el Congreso. Con un buen Plan, agregó, se podrían incluso enfrentar mejor los factores externos, como una pandemia como el Covid-19.
“La pandemia, efectivamente trajo problemas, pero en ese momento se replantean las metas, se replantean los objetivos y se dice ‘en vez de dedicar el dinero que teníamos para esto, vamos a tener que dedicar a salud’. Ese hubiera sido el caso, pero en este caso hubo más muertos de los que debiéramos haber tenido”, dijo.
“Un sistema de planificación nos permitiría, por ejemplo, en materia de infraestructura saber qué es lo que realmente nos está haciendo falta en materia de carreteras, autopistas, aeropuertos, puertos, etc, y no orientar la inversión pública, como se hizo en este periodo anterior a sólo uno o dos proyectos, que seguramente no son los más importantes ni hubieran sido prioritarios si hubiéramos tenido un plan”.
Por su parte, Cordera Campos consideró necesaria una reforma hacendaria y un sistema efectivo de planeación en México para crear un estado de bienestar.
Explicó que hace unos días entregaron el libro al secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O., como una propuesta para la confección del nuevo Plan Nacional de Desarrollo de 2024-2030. Sin embargo, no pareció muy confiado en que las propuestas sean retomadas.
En 2019, recordó, le entregaron también al entonces titular de Hacienda, Carlos Urzúa, una serie de propuestas. Este dijo que estaban en la misma sintonía. Le llevó un documento a López Obrador, pero entonces el expresidente lo hizo a un lado.
“(López Obrador) se dedica a elaborar una especie de proclama, mal escrita por un ayudante de él, que desde luego no es economista y que yo sepa no ha tenido ninguna experiencia en su vida en materia de política económica, de planeación del desarrollo y el plan hecho por el secretario de Hacienda lo mete como un anexo”, reconoció Cordera Campos.