NACIONAL

Yasmín Esquivel: opción más sólida para presidir la SCJN

Ayer encontramos a la ministra Yasmín Esquivel Mossa en la Explanada de Bellas Artes, saludando con afecto a quienes se acercaron con confianza y esperanza.

Cada conversación reafirma que la transformación de la justicia empieza por escuchar, mirar de frente y estar cerca de la gente.

En la contienda por la presidencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), la ministra Yasmín Esquivel Mossa destaca como la aspirante con mayor solidez, visión y respaldo.

Diversas encuestas internas la colocan en el primer lugar de las preferencias, reflejo de la confianza ciudadana en su perfil y proyecto.

Su trayectoria profesional, su compromiso con la transformación del Poder Judicial y su cercanía con las demandas sociales la consolidan como la figura que puede encabezar una Corte más cercana al pueblo y más firme frente a los retos de justicia del país.

Yasmín Esquivel ha sostenido que es momento de renovar la justicia desde sus cimientos, con una visión incluyente, austera y enfocada en la gente.

Ha planteado un proyecto institucional centrado en la dignificación del Poder Judicial, el combate frontal a la corrupción, y la aplicación imparcial del derecho. Esta postura la distancia de sus contendientes, quienes arrastran trayectorias marcadas por el conservadurismo, el inmovilismo o decisiones que los han alejado de la ciudadanía. Liderazgo firme frente a aspirantes cuestionados.

En este contexto, Esquivel Mossa se perfila como la única candidata capaz de conciliar experiencia, liderazgo y voluntad de transformación.

Ha construido una carrera sólida, con visión progresista y enfoque en la justicia social. Su cercanía con la gente, su disposición al diálogo y su capacidad para entender los retos actuales del país la colocan por encima de sus contendientes.

No sólo cuenta con el respaldo mayoritario en encuestas internas del Poder Judicial y la opinión pública, sino que también representa una opción de renovación auténtica: una ministra que no teme hablar de frente, recorrer espacios públicos, ni comprometerse con las causas más sensibles del país.

Frente a perfiles tecnócratas, conservadores o desgastados por decisiones polémicas, Yasmín Esquivel Mossa representa la garantía de una SCJN fuerte, abierta y cercana al pueblo.

Su eventual presidencia no sólo marcaría un nuevo rumbo en la historia judicial del país, sino que devolvería legitimidad a una institución que debe estar, por encima de todo, al servicio de la nación.

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