Autoridades confirmaron que la mujer y dos niños que perdieron la vida el 12 de enero al intentar cruzar el Río Bravo en la frontera entre Eagle Pass, Texas, y Piedras Negras, Coahuila, eran originarios del Estado de México. La Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE) informó que el grupo Beta y la Guardia Nacional mexicana recuperaron los cuerpos sin vida, mientras lograban rescatar a dos compatriotas.
Según la SRE, se seguirá de cerca las demandas del Gobierno Federal de Estados Unidos ante la Suprema Corte por el acceso restringido en Shelby Park, custodiado por la Guardia Nacional de Texas. Esto afecta los protocolos de asistencia y rescate para migrantes.
El congresista Henry Cuellar responsabilizó a las autoridades texanas por no responder a llamados de emergencia de la Patrulla Fronteriza, afirmando que «esto es una tragedia y el estado [de Texas] tiene la responsabilidad». Sin embargo, el Gobierno de Estados Unidos afirma que Texas negó acceso a agentes federales cuando intentaban rescatar a los migrantes.
Las tensiones aumentan entre Texas y el Gobierno de Estados Unidos en materia migratoria. El Departamento de Justicia informó a la Corte Suprema que Texas controla Shelby Park y prohíbe la entrada a la Patrulla Fronteriza. El Departamento Militar de Texas, en respuesta, afirmó haber buscado en el río tras alerta de la Patrulla Fronteriza, contradiciendo las afirmaciones federales sobre la obstrucción.
En un comunicado, Seguridad Nacional respaldó a Cuellar, afirmando que las acciones de Texas son «crueles, peligrosas e inhumanas». La situación se desarrolla en un momento crítico, reflejando la tensión en la política migratoria entre Texas y el Gobierno federal.
