Claudia Sheinbaum trabaja en un modelo de planeación energética para el país, para los próximos 30 años, con el propósito de que México “camine” hacia una transición energética más rápida, afirmó la coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación, en una reunión con 30 empresarios en Nuevo León.
“El país tiene que caminar a una transición energética más rápida, no solo por el compromiso con el cambio climático, sino porque los mercados internacionales y las inversiones están buscando espacios de fuentes renovables”, dijo la Coordinadora Nacional de los Comités de Defensa de la Cuarta Transformación.
Durante una reunión privada convocada por los empresarios Dionisio Garza, presidente de Grupo Topaz; Pablo Garza de la inmobiliaria Urbain; Ángel Casan de la U-Erre; y David Jiménez de Softtek, la exjefa de Gobierno de la Ciudad de México reveló que “tengo a mis alumnos de doctorado trabajando en un modelo energético para los próximos 30 años porque el gran tema es la eficiencia, las fuentes renovables”.
También dejó clara su visión de la actual configuración del sector energético. “Coincido con el Presidente Andrés Manuel López Obrador en tener una Comisión Federal de Electricidad (CFE) fuerte, que invierta en transmisión, distribución y en generación”. Aunque al mismo tiempo, dijo, debe permitir la inversión tanto pública como privada en energía.
Sheinbaum resaltó que el país se encuentra en un momento “muy importante”, pues este año la Inversión Extranjera Directa (IED) está en el punto más alto histórico. “En efecto, tiene que ver con las condiciones pospandemia, con el conflicto con China de Estados Unidos y la gran virtud del tratado comercial”, explicó.
A pesar del positivo panorama que se aproxima señaló que uno de los retos a los que el país estará enfrentando en los próximos años son los sueldos bajos.
“Creo que la inversión debe ser ordenada; tenemos el mal ejemplo del primer tratado con Estados Unidos, que tuvo aciertos pero también defectos y uno de los más grandes es que los salarios acabaron siendo de los más bajos.
“Durante un tiempo nos dedicamos a presumir que México tenía la mano de obra más barata o de las más baratas del mundo, y eso provocó la pauperización en muchos sectores”, agregó.
“La relación con empresarios es fundamental para el desarrollo y todo el vínculo que debe haber entre la industria nacional y la inversión extranjera no puede ser solo eso, tiene que haber un vínculo con la industria nacional, la Pequeña y Mediana Empresa, que son las que más se van a beneficiar si hay inversión por las cadenas que se generan de suministro, de producción”, detalló.
“Este momento de inversión –generado a partir de parques industriales por desarrollarse y no de dispersión en la inversión–, posibilita el desarrollo energético con fuentes renovables y de ciertas zonas, pero con la garantía de que sigamos subiendo los salarios y haya mínimos derechos para los trabajadores”, resaltó.
“Es decir, promover el empleo formal, pero que tengan vivienda, que puedan llevar a sus hijos a la escuela, que haya una clínica donde llevar a sus hijos, porque finalmente eso es lo que estamos buscando todos”, agregó.
Reconoció que hay pendientes para la atracción de capitales sobre todo en temas como la energía, el agua y los trámites, “son los que limitan a los inversionistas”.
“Eso no quiere decir que necesitamos cinco años para planear, como a veces se hace; sino que sencillamente podamos definir cuáles son los nichos de desarrollo para nuestro país, en dónde van a estar y cómo generar el agua, la energía que permitan que sea posible. Y eso, es nada más sentarnos a hacerlo”, dijo.
“Estamos creando un plan de desarrollo industrial con algunos empresarios, nos están ayudando y creo que tiene una gran posibilidad”, señaló Sheinbaum.
Para la coordinadora nacional de los comités de defensa de la cuarta transformación, la máxima del presidente: “por el bien de todos, primero los pobres”, es la misma que la de Naciones Unidas en los objetivos de desarrollo sustentable: “nada más que le llaman prosperidad compartida”.
“México tiene todavía 59 millones de pobres y entre todos tenemos que asumir la responsabilidad de que en los próximos seis años el objetivo principal es disminuir la pobreza, sino pues no hay prosperidad compartida”, enfatizó.
