La presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (CODHEM) Myrna Aracely García Morón encabezó la visita de supervisión al Centro de Rehabilitación Psicosocial de Nezahualcóyotl o Centro Penitenciario y de Reinserción Social (CPRS) Neza Norte, donde se constató la atención médica que reciben las personas privadas de la libertad (PPL) con discapacidad psicosocial o enfermedades mentales.
El CPRS Neza Norte es único en su tipo en la entidad, ya que alberga a varones privados de la libertad declarados inimputables por enfermedades mentales, a quienes se les proporciona asistencia médica; además, cuenta con la Certificación otorgada por la Asociación de Correccionales de América (ACA), que acredita que cumple con los requisitos de mejoramiento de la infraestructura de las instituciones penitenciarias y el reforzamiento de los controles de seguridad.
En el recorrido se revisaron las condiciones de infraestructura de las diferentes áreas del centro penitenciario como la coordinación médica, servicios generales, población, los dormitorios, entre otras; también se verificó que los medicamentos estén debidamente resguardados y que el personal que labora en el centro penitenciario sea profesional en su ramo y esté capacitado para velar por la integridad física y mental de los varones privados de la libertad.
En el área de visita familiar, la titular de la Casa de la Dignidad y las Libertades platicó con madres de familia de algunos jóvenes sobre el trato y la atención médica que reciben sus hijos, el cual debe ser con respeto a su dignidad; y en otra área entrevistó a adultos para conocer su situación.
Además, el personal de la CODHEM, encabezado por su titular, acudió al Centro Penitenciario y de Reinserción Social Neza Bordo, donde mujeres privadas de su libertad montaron la obra de teatro “La Casa de Bernarda Alba”, de Federico García Lorca. Para lograr esta puesta en escena las participantes trabajaron arduamente en el aprendizaje de los diálogos y la interiorización de los personajes durante 10 meses y fueron apoyadas por la organización civil La Cana, fundada por Daniela Ancira, además de autoridades penitenciarias.
Entre las temáticas que aborda la obra está el rol de las mujeres durante el siglo pasado, en una sociedad patriarcal en la que no pueden tomar sus propias decisiones y la ruptura de algunas de ellas con estas imposiciones en su lucha por encontrar la libertad.
