Este fin de semana, agentes de la Fiscalía General de la República (FGR), en conjunto con la Secretaría de Marina (SEMAR), realizaron un operativo de investigación, en donde desmontaron un taller de vehículos que se dedicaba a blindar camionetas de manera artesanal para entregarlas a grupos delictivos.
El taller, donde alguna vez fueron las instalaciones del periódico El Día, se encontraba ubicado en la colonia Capultitlán, en la alcaldía Gustavo A. Madero.
De acuerdo con información del periodista Carlos C4 Jiménez, estos vehículos son conocidos como los ‘Monstros’, los cuales circulan en estados donde el crimen organizado tiene una alta presencia, tales como Jalisco, Tamaulipas, Sinaloa y Michoacán.
Al interior de las instalaciones del taller, este contaba con 20 vehículos que poseían un blindaje de más de dos pulgadas de grosor en cada una de las ventanas.
Y en el techo, estos medios de transporte contaban con una abertura especial, esto con el objetivo de poder tener la facilidad de salir y maniobrar armas como rifles de alto poder y disparar sin dificultad alguna.
Ponchallantas, cabinas fortificadas, cajas de seguridad y llantas antibalas, son algunos de los otros aditamentos especiales que se les colocaban a estos vehículos.
Tras haber encontrado el taller, las autoridades tuvieron que utilizar grúas de alta potencia para poder aguantar el peso excesivo de las camionetas blindadas y así lograr sacarlas del recinto.
Fabián Solís Vega, El Fabián o De la ronda 88, y su hijo, Fabian Solís El Junior o El cachorro, son los responsables de armar el taller clandestino, siendo El Junior por quien las autoridades de la Comisión Estatal de Seguridad de Morelos ofrecían una recompensa de hasta tres millones de pesos.
En cuanto a Fabián De la ronda 88, es un hombre quien durante años fue uno de los delincuentes más buscados en la Ciudad de México por homicidio, extorsiones y delincuencia organizada, el cual fue detenido en Acapulco en 2021, pero no pudieron sustentar delitos graves, por lo que en 2022 quedó en libertad.
El trabajo de inteligencia y la investigación que realizaron las autoridades de Morelos, y con el apoyo de la Secretaría de Marina y la FGR, lograron dar con el paradero de El Junior, siguiendo sus movimientos hasta tres locaciones diferentes.
El primero se ubicaba en la alcaldía Cuauhtémoc, en la colonia Exhipódromo de Peralvillo, la cual era utilizada como su oficina, y la segunda era una casa ubicada en la colonia Lindavista de la alcaldía Gustavo A. Madero, donde los elementos de seguridad catearon el lugar y capturaron a padre e hijo.
