El grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano en la Cámara de Diputados promovió un juicio de amparo contra la reforma al Poder Judicial, por las irregularidades y extralimitación de funciones de la mayoría oficialista durante el proceso legislativo.
“Hay una discusión profunda que se tiene que dar y lo tiene que hacer la Suprema Corte de Justicia, donde se delibere respecto de las facultades que tenemos los legisladores para reformar la Constitución, a tal grado que quede irreconocible la división de poderes y el sistema republicano”, puntualizó la diputada Laura Ballesteros.
Recordó que hubo tres órdenes judiciales para frenar la discusión de la reforma, pero tanto la Cámara de Diputados como el Senado de la República las desacataron.
Además, dijo, se hizo una votación irregular “en este llamado gimnasio legislativo, donde no había manera de poder verificar la veracidad, asistencias, quórum, ni la votación”.
“Se votó a mano alzada una reforma constitucional, y los conteos de la propia secretaria, se los digo porque yo estaba sentada, fueron con palitos y rayitas. O sea, eso es lo que se hizo para acreditar una votación constitucional”, puntualizó Ballesteros.
Agregó que el Senado de la República realizó a su vez una votación sin haber condiciones para sesionar y, de igual forma, se registraron irregularidades en los congresos locales donde se aprobó de manera exprés.
En su turno, la diputada Patricia Flores señaló que nunca dos poderes se juntaron para desmantelar a otro, con la finalidad de que exista un poder único de decisión, sin contrapeso.
“Nosotros juramos cumplir la Constitución y debemos representar a millones de personas que votaron por nosotros, que no votaron por Morena ni por sus aliados, y que no están de acuerdo con lo que está sucediendo en estos momentos en el país”, sostuvo.
El diputado Gustavo de Hoyos indicó a su vez que la reforma judicial está mal de forma y de fondo, pues hubo una serie de “graves e insalvables violaciones” a todo el proceso, desde la integración del quórum en las Cámaras hasta la votación.
“Lo más grave es que las decisiones políticas fundamentales, plasmadas en la Constitución, no pueden ser alteradas. Una de ellas, tal vez la esencial, es la que da base a nuestro sistema de derecho: la conformación del Estado mexicano como una república de tres poderes independientes. Esta mal llamada reforma judicial claramente violenta esa visión política fundamental”, añadió.
