CULTURA

Visibilizan el papel de Graciela Amador y Cuca García

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Desde una perspectiva feminista, la doctora en historia e investigadora Verónica Oikión Solano impartió la conferencia Dos pilares de El Machete: Graciela Amador y Cuca García en la Sala de Arte Público Siqueiros (SAPS) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal).

En el marco del ciclo Siqueiradas, en el cual se rememoran los 50 años del fallecimiento del muralista mexicano y los 100 años de la aparición de esa publicación, Oikión Solano dijo que su interés “es aportar la perspectiva de género en la coyuntura política en la cual surgió El Machete, pues en la historiografía académica y testimonial predominan las visiones masculinas”.

Ante la tradicional desigualdad de las mujeres, en relación con los varones, que conlleva su invisibilidad en el espacio público, la especialista privilegió la figura de la zacatecana Graciela Amador, a quien sus padres denominaron cariñosamente Gachita, y de la michoacana María del Refugio Martínez, conocida como Cuca García, y dejó en un segundo plano al núcleo comunista varonil.

La investigadora habló de las tareas sustantivas realizadas por ambas figuras en el empeño por sacar adelante ese órgano periodístico convertido en el referente de las voces iniciales del comunismo mexicano en los años veinte del siglo XX.

Recordó que solo cinco mujeres participaron en la fundación del Partido Comunista Mexicano, además de Cuca García, como Helena Torres y Estela Carrasco. Los hermanos Flores Magón y el feminismo anarco-sindicalista fueron su inspiración y Graciela Amador ingresó a ese partido en 1924.

El Machete fue creado en marzo de 1924 para difundir las actividades del Sindicato de Obreros Técnicos, Pintores y Escultores de México (Sotpem), dirigido por Siqueiros. Con esta publicación se buscó divulgar sus ideas estéticas y su pensamiento social, dijo la especialista.

Graciela Amador, comentó, contribuyó con los ahorros que le daba su marido, Siqueiros, es decir 90 pesos mensuales. “El Machete sirve para humillar la soberbia de los ricos e impíos” fue la metáfora literaria de clara militancia comunista usada por Amador.

Oikión Solano dijo que se trató de una declaración de guerra frente al academicismo, el arte por el arte, el purismo y el enemigo capitalista burgués, aunque no se le dio el mérito a Gachita, como una muestra más de este ocultamiento del trabajo intelectual de la artista.

Señaló que, entre los propios comunistas, El Machete era renombrado como el filoso, ya que entre otras cosas expresaba el tono beligerante de las palabras, de la imagen y de la acción política.

Consideró que la labor realizada por Cuca García en El Machete y el Partido Comunista tampoco ha sido reconocida —hasta la fecha— en ninguna fuente, con excepción de un informe de la Secretaría de Gobernación.

Amador escribió cuentos para inyectar en los lectores una conciencia plena en el triunfo de la revolución proletaria. Fueron 25 relatos y una vocación literaria a flor de piel. Incluso publicó corridos.

Cabe señalar que las líneas de investigación de Verónica Oikión Solano son la Revolución Mexicana, los movimientos sociales y estudiantiles del México contemporáneo, la historia y las biografías de mujeres del siglo XX y la violencia contra las mujeres en contextos de paz y guerra, entre otras.

Actualmente, la doctora en historia está en la etapa final de la investigación “Cuca García (1889-1973). Una mirada a sus causas revolucionarias”.


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