Ante las constantes críticas y cuestionamientos que se hacen alrededor de dos de las empresas productivas más importantes del país, ante la incómoda situación económica que enfrentan por las deudas millonarias que le aquejan y la poca transparencia que hay en el manejo de sus finanzas, que ciertamente no son del todo sanas, se ha decidido ocultar todo tipo de información.
Falta de transparencia y rendición de cuentas en las empresas productivas del Estado-Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE)- impide conocer
los montos que las empresas han destinado para el desarrollo de proyectos y si se hicieron bajo condiciones de competencia, tal como alertan especialistas.
Por ejemplo, varios de los proyectos o negocios que llevan las empresas estatales se manejan a través de sus filiales, lo que les ha permitido tener una vía para no transparentar su información, consideró Óscar Ocampo Albarrán, coordinador de la práctica de energía del Instituto Mexicano para la Competitividad (Imco).
“La tendencia de la política energética de esta Administración ha sido la centralización de las decisiones de inversión y de los altos mandos, lo que ha llevado a una menor accesibilidad y calidad de la información disponible por el abuso de la figura de la empresa filial.
“Al final es un incentivo perverso a la opacidad y eso abre la ventana para malas prácticas en las dos empresas (…) encontraron estas figuras de la empresa filial para llevar a cabo una serie de proyectos sin tener que licitar, sin tener que transparentar ninguna información al respecto”, advirtió el analista.
En ese sentido, también indició que la figura de empresas filiales se estableció en las leyes de 2014, con la reforma energética, como una posibilidad para Pemex y CFE de entrar a negocios que pudieran ser atractivos, pero que no eran su negocio central.
Y de esa manera poder operar bajo un esquema de Derecho Privado, con el que no se tiene la obligación de transparencia o de operar con procesos competitivos.
Y como ejemplo, aclaró que la refinería Olmeca, en Dos Bocas, Tabasco, ya debe estar entre los 18 mil millones o 19 mil millones de dólares de costo, pero que al construirse en total opacidad no se tiene una información real.
Mientras que por lo que hace a la CFE, su filial CFEnergía -con objeto de comercializar combustibles, específicamente gas natural-, pues ahora es la desarrolladora de las centrales eléctricas que mantiene en construcción.
“¿Qué tiene que hacer un comercializador de gas natural llevando a cabo los proyectos de ingeniería y el desarrollo de centrales eléctricas?”, cuestionó.
Gonzalo Monroy, socio director de la consultora GMEC, coincidió que las filiales, como PMI de Pemex, CFEnergía o CFE Internacional, están “blindadas” para no tener que
entregar información y que incluso ni siquiera están constituidas en México, lo que dificulta acceder a registros públicos.
