El libertario Javier Milei asumió el domingo la presidencia de Argentina con la promesa de aplicar un plan ortodoxo que encarrile una economía devastada por la inflación y la pobreza, rodeado de una fervorosa multitud que se acercó al centro de Buenos Aires para celebrar con banderas argentinas.
Tras desbancar al histórico peronismo en un reciente balotaje, el excéntrico economista que se volcó a la política hace solo tres años hizo ante decenas de miles de seguidores un crudo diagnóstico de la crisis que sufre el país.
“Hoy los argentinos de bien hemos decretado el fin de la noche populista y el renacer de una Argentina próspera y liberal“, aseguró desde el balcón de la Casa de Gobierno ante decenas de miles de seguidores.
Javier Miles asume la presidencia de Argentina frente al Congreso de la Nación | Foto: Reuters
El flamante mandatario destacó que se espera una inflación mensual de entre el 20% y el 40% mensual entre diciembre y febrero, que podría dispararse a una hiperinflación del 15.000% anual si no se aplica un drástico recorte del gasto.
“No hay alternativa al ajuste y no hay alternativa al ‘shock”, aseguró antes Milei en la escalinata frente al Congreso de la Nación, donde recibió el bastón de mando de manos del ahora expresidente de centroizquierda Alberto Fernández.
“Sabemos que en el corto plazo la situación empeorará, pero luego veremos los frutos de nuestro esfuerzo habiendo creado las bases de un crecimiento sólido en el tiempo”, añadió Milei, quien aseguró que el ajuste tendrá como blanco principal el Estado y no el sector privado.
Muchas medidas del nuevo Gobierno, que podrían conocerse el lunes, dependerán en gran parte de las negociaciones que entable con la oposición, ya que Milei no cuenta con mayoría en el Congreso ni con gobernadores provinciales aliados.
Iniciativas disruptivas como la dolarización de la economía, la eliminación del banco central y la privatización de las empresas públicas podrían quedar momentáneamente en suspenso.
“Pero el factor por el cual va a sostener el acompañamiento que hoy tiene no va a ser si cumple o no con esas promesas, sino si realmente mejora la situación económica del país y de los hogares“, añadió.
En el contexto de una inflación anual cercana al 150% y una pobreza del 40%, La Libertad Avanza, el partido de Milei, será la tercera minoría en la Cámara de Diputados y en el Senado, muy lejos del peronismo, la primera minoría, y de la coalición conservadora Juntos por el Cambio (JxC), que podría respaldar algunas de sus iniciativas.
“Estamos muy felices de que haya un cambio de Gobierno, de época y paradigma. Va a ser difícil porque, bien sabemos, no hay plata. Un país se maneja como una casa: cuando no hay plata hay prioridades“, dijo a Reuters Ivana Nata, un ama de casa de 51 años que viajó a Buenos Aires desde la provincia de Santiago del Estero.
Para lidiar con la crisis financiera, que abarca una deuda por 44 mil millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y un amplio pasivo en pesos-, el presidente electo eligió como ministro de Economía a Luis Caputo, quien fuera funcionario en la frustrada gestión de JxC entre 2015 y 2019.
Otros importantes dirigentes de JxC como la excandidata presidencial Patricia Bullrich han sido también designados en el Gabinete de Milei.
Atento al respaldo popular que tanto necesita, el presidente prefirió hablar ante sus seguidores en lugar de hacerlo ante los legisladores nacionales en el interior del Parlamento, como es costumbre en el país.
Como parte de una agenda que comprende una función de gala en el emblemático Teatro Colón, el nuevo mandatario saludó a las delegaciones extranjeras en la Casa Rosada.
Entre los mandatarios invitados se encontraban el ucraniano Volodymyr Zelenski, el húngaro Viktor Orbán, el chileno Gabriel Boric y el uruguayo Luis Lacalle Pou, mientras que presidentes regionales de centroizquierda como el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva y el mexicano Andrés Manuel López Obrador fueron algunas de las grandes ausencias. El líder brasileño de derecha Jair Bolsonaro fue otra personalidad destacada del evento.
