En 2007, Andy protagonizó su primera película como protagonista, la película sobrenatural australiana ‘Gabriel’, donde interpretó al último Arcángel Gabriel, que tenía el objetivo de descubrir lo que había sucedido en el Purgatorio.
El punto de inflexión en la carrera de Andy llegó cuando fue elegido para el papel principal de la serie ‘Spartacus: Blood and Sand’. La serie también contó con Lucy Lawless y John Hannah (en la foto) con el elenco.
Su intensa y carismática interpretación del famoso gladiador ha cautivado al público de todo el mundo. Su actuación aportó una complejidad única al personaje, convirtiéndolo no sólo en un guerrero intrépido, sino también en alguien que luchó por su libertad y su amor.
2010 fue un gran año profesional para el actor, que protagonizó su segundo largometraje: el thriller australiano ‘The Clinic’.
Sin embargo, en marzo de 2010, Andy Whitfield recibió una noticia que cambiaría su vida por completo.
Lamentablemente, mientras Andy estaba en la cima de su carrera, le diagnosticaron Linfoma de Hodgkin en etapa IV (un tipo de cáncer) e inmediatamente comenzó el tratamiento en Nueva Zelanda.
Este diagnóstico provocó el retraso de la producción de la segunda temporada de ‘Spartacus: Revenge’. Mientras esperaba el tratamiento y la recuperación de Andy, el canal produjo una miniserie de seis episodios titulada ‘Spartacus: Gods of the Arena’, con sólo una voz no acreditada del actor.
A pesar de ser considerado libre de enfermedad en junio de 2010, una evaluación médica de rutina en septiembre del mismo año detectó una recurrencia y Whitfield tuvo que abandonar la serie por completo.
Para reemplazarlo, Starz seleccionó al actor australiano Liam McIntyre (en la foto) para asumir el papel. Sin embargo, la partida de Andy dejó un vacío que ningún reemplazo pudo llenar por completo.
Lamentablemente, el 11 de septiembre de 2011, 18 meses después de haber sido diagnosticado con cáncer, Andy Whitfield falleció, dejando un vacío en la industria del entretenimiento y en el corazón de sus fans.
En 2015, se estrenó en el Festival de Cine de Los Ángeles el documental ‘Be Here Now’, producido por Whitfield y su esposa, Vashti Whitfield (en la foto).
La película, que sigue el viaje de Whitfield y su familia mientras se somete a un tratamiento de quimioterapia para el linfoma de Hodgkin, generó un gran revuelo entre el público y posteriormente estuvo disponible en la plataforma Netflix.
En 2019, en una entrevista con ‘The Grace Tale’, Vashti Whitfield comentó sobre la idea de producir la película: “Movido por la pasión de Andy por transformar su propia experiencia en algo de valor y propósito, surgió la idea de aportar algo creativo y significativo a lo que de repente se convirtió en un futuro impredecible y aterrador, estaba lleno de vida y creatividad. Nos dio la oportunidad de canalizar nuestro miedo a lo desconocido en algo que podría marcar una diferencia para los demás”.
“El proceso de grabar nuestros propios diarios en vídeo independientes y de entrevistar y filmar ‘Be Here Now’ realmente ayudó a disipar la atmósfera de ansiedad y tensión. Cuando tuvimos que hablar ante la cámara, en nuestro compromiso de ser nada más que auténticos y transparentes, esto no sólo nos ayudaría a liberar pensamientos reprimidos, sino que nos obligaría a compartir lo que podríamos estar reteniendo por miedo a molestarnos o abrumarnos unos a otros”. Confesó.
Andy y Vashti estuvieron casados durante 10 años desde 2001 hasta su muerte. Juntos tuvieron dos hijos: Jesse Red e Indigo Sky. Hasta el día de hoy, Vashti rinde homenaje a Andy en su perfil de Instagram.
Además, Vashti publicó en 2016 un libro sobre la historia de amor de la pareja y la superación de la enfermedad, titulado ‘Spartacus and Me: Life, Love and Everything in Between’.
Hoy, al recordar a Andy Whitfield, recordamos no sólo a un actor talentoso, sino a un hombre que demostró fuerza, coraje y pasión en cada faceta de su vida. Su influencia perdura y sirve como recordatorio de que la vida es preciosa y que debemos abrazar cada momento con determinación y gratitud.
El mundo del espectáculo se estremeció cuando, en 2011 y en el apogeo de su carrera, perdimos a un brillante talento: Andy Whitfield. El carismático actor que se ganó el corazón de los espectadores como protagonista de “Spartacus”.
