Este ha sido uno de los hallazgos más fascinantes del momento, y es que, astrónomos del Centro de Vuelos Espaciales Goddard de la NASA, con sede en Greenbelt, Maryland, han detectado un inusual “fósil galáctico” que arroja luz sobre la compleja evolución de las galaxias en el universo.
El fenómeno cósmico intrigante se ha observado en la galaxia espiral NGC 4945, ubicada a unos 13 millones de años luz de distancia en la constelación austral de Centauro. Utilizando datos recopilados por el satélite XMM-Newton de la Agencia Espacial Europea (ESA) y el Observatorio de rayos X Chandra de la NASA, los científicos han identificado actividad de rayos X que revela detalles fascinantes sobre la historia de esta galaxia.
El “fósil galáctico” en cuestión se manifiesta como una extensión inusualmente lejana de la línea K-alfa del hierro, un fenómeno común en galaxias activas. La línea de hierro, que generalmente ocurre en escalas más cercanas al agujero negro central, se extiende sorprendentemente hasta distancias notables de 32.000 y 16.000 años luz a lo largo y por encima del plano de NGC 4945, respectivamente.
Según Kimberly Weaver, astrofísica de Goddard y líder del equipo de investigación, este “fósil galáctico” parece ser el resultado de un chorro de partículas emanado del agujero negro supermasivo central de la galaxia hace aproximadamente 5 millones de años.
Este chorro, que posiblemente estuvo dirigido hacia la galaxia en lugar de al espacio, ha dejado un rastro notable al impulsar un viento superpoderoso que aún afecta la composición gaseosa de la galaxia. Esta actividad podría incluso haber desencadenado el actual estallido estelar en NGC 4945.
La peculiaridad de este descubrimiento radica en que desafía las concepciones anteriores sobre la ubicación de la línea de hierro en galaxias activas. Jenna Cann, coautora e investigadora postdoctoral en Goddard, señala que, aunque la línea de hierro es común en estas galaxias, se creía que ocurría en escalas mucho más cercanas al agujero negro central.
Este asombroso fenómeno cósmico fue presentado por el equipo de investigadores en la 243ª reunión de la Sociedad Astronómica Estadounidense en Nueva Orleans el 11 de enero. Actualmente, los resultados están bajo revisión en The Astrophysical Journal.
Este hallazgo ofrece una perspectiva única sobre la influencia de los agujeros negros supermasivos en la evolución galáctica. Los astrónomos continuarán monitoreando de cerca NGC 4945 para desentrañar más secretos sobre cómo la actividad del agujero negro afecta la formación estelar y la estructura de las galaxias.
El observatorio XMM-Newton de la ESA, lanzado en diciembre de 1999, desempeñó un papel crucial en este descubrimiento al proporcionar un amplio campo de visión que permitió mapear la extensión del “fósil galáctico”. Estos resultados subrayan la importancia de la colaboración internacional en la exploración del cosmos y la continua contribución de la NASA a la comprensión de los misterios del universo.
