No es un tema que deba tomarse a la ligera y mucho menos dejarse pasar en espera de que las evaluaciones finales alcancen las calificaciones suficientes para lograr la aprobación del Gobierno de Estados Unidos en la firma del T-MEC que deberá llevarse a cabo en 2026.
Y menos ahora que la Oficina del Representante Comercial de los Estados Unidos, que preside Katherine Tai, dijo que en México se sigue sufriendo la importación, fabricación, venta, distribución, reexportación y transbordo generalizados de productos falsificados.
Y ya de plano se adelanta que México ha entrado ya a la lista negra. De 100 socios comerciales que tiene Estados Unidos, en donde México es uno de sus principales aliados, en materia de protección y aplicación de los derechos de propiedad intelectual, fuentes cercanas a la institución adelantan que simplemente está en la “lista negra”.
Y es que el análisis de Katherine Tai, en temas sobre la eficacia de la protección y aplicación de los derechos de propiedad intelectual ubica a México en una Lista de Vigilancia, que merece atención bilateral para abordar los problemas subyacentes de propiedad intelectual.
Las fuentes aseguran que son siete los países que están en una lista prioritaria, a México lo ponen en una segunda Lista de Vigilancia con 20 naciones, y ahí aparece al mismo nivel que Argelia, Barbados, Bielorrusia, Bolivia, Brasil, Bulgaria, Canadá, Colombia, Ecuador, Egipto, Guatemala, Pakistán, Paraguay, Perú y Tailandia, Trinidad y Tobago, Turquía, Turkmenistán y Vietnam, por incumplir y no trabajar en esos temas.
Estados Unidos considera que uno de los tipos más peligrosos de violaciones de la propiedad intelectual implica productos falsificados que plantean riesgos para la salud y la
seguridad.
En el caso de México, se advierte de manera directa que es urgente poder implementar plenamente el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), incluidas las obligaciones en materia de propiedad intelectual con periodos de transición que finalizan en 2024 y 2025.
Según fuentes consultadas, aseguran que uno de los varios puntos que se destacan es que en México se sigue sufriendo la importación, fabricación, venta, distribución, reexportación y transbordo generalizados de productos falsificados.
La prevalencia de productos falsificados a un nivel notorio, que es posible verlo en todos lados y además, incrementándose cada día más con la participación de organizaciones
criminales transnacionales.
Razón por la que se le hace una crítica directa a esta administración federal, ya que le recuerdan que en el pasado, las autoridades mexicanas llevaron a cabo importantes investigaciones de propiedad intelectual, incluso recuerdan en el informe que se hicieron cateos para dar cumplimiento de la ley contra los mercados identificados como centrales de piratería, como son el Mercado San Juan de Dios y Tepito.
Sin embargo, ya nada se ha hecho, aunque hay acciones administrativas contra falsificadores, a través del Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI), que siguen vigentes, pero son muy limitadas debido a recortes presupuestarios y reducciones de personal.
Si no se hacen cambios a más tardar el próximo año, el panorama en esta materia es que México sea ubicado en una posición tan mala como China, por no proteger la propiedad intelectual.
Los focos rojos ya están encendidos y las consecuencias podrían ser lamentables.
