CAMBIANDO DE TEMA

Arrancan campañas, y el peligro aumenta

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Por Karina A. Rocha Priego

Están por arrancar las campañas políticas y lamentablemente, la población sigue indecisa en si va a salir a votar o no el próximo 2 de junio, ya que muchos están en el entendido que la contienda “está vendida”, por lo menos en lo que a la Presidencia de la República se refiere, pues es más que notorio que el actual Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ¡sigue en campaña!.

Y es que, desde el día uno en que López Obrador se posesionó del cargo, no soltó los más de 18 años en los que buscó la Presidencia de México, lográndolo hasta 2018, pero su campaña ¡nunca la soltó!, hasta el día de hoy, tiempo que ha dedicado a denostar a los demás partidos políticos y a los servidores públicos que gobernaron antes que él.

Nunca se puso la casaca presidencial y hoy, que tiene que soltarla porque, por ley, se renovará el cargo que hoy ostenta, dedica su tiempo a apoyar a su candidata y sobre todo a “adiestrarla” para que diga o haga lo que a él más le convenga, sin embargo, parece que no va a ser tan fácil como se piensa.

Pero lo más lamentable y triste, es que el electorado sienta que está siendo traicionado, y que conste que la Marcha por la Democracia que se llevara a cabo el pasado 18 de febrero, fue una clara muestra de que muchos mexicanos quieren que este país siga conservando su libertad y sus instituciones, pero se pone en riesgo el proceso electoral, cuando el “odio” sembrado y los muchos miles de millones de pesos desviados para “comprar la conciencia” de los mexicanos que menos tienen, pueden ganar terreno, aunque no sea el más viable para este país.

Pero será mañana cuando empiece realmente la contienda electoral. Mañana, 1 de marzo, arrancan las campañas políticas para renovar más de 20 mil cargos públicos en toda la república mexicana, donde los candidatos, incluso, correrán graves riesgos ante la amenaza de grupos delictivos que pretenden controlar la contienda.

Esto lo comento porque recientemente, en el pleno del Consejo General del INE, partidos políticos de oposición y el bloque oficialista lanzaron advertencias sobre la inseguridad en el proceso electoral, además de acusarse de tener vínculos con el crimen organizado.

Los representantes de los partidos, como el PRD, alertan que la tendencia de violencia y homicidios durante el proceso parece ir al alza en comparación con 2021, pues hasta la fecha 20 aspirantes han sido asesinados, aspirantes que estaban siendo obligados a abandonar sus candidaturas y, al no hacerlo, fueron asesinados.

El tema de la inseguridad en la contienda electoral está latente y, a pesar de que se han esforzado las autoridades por garantizar la seguridad de los candidatos, estos saben que no hay quien pueda cuidarlos.

Por su parte, el PAN reprocha que el gobierno no haya podido reducir los niveles de violencia en el país y exhibe fotografías del actual Presidente de México como “gran cuate” de la madre de Joaquín “El Chapo” Guzmán.

Por otro lado, el PT acusó a la coalición Fuerza y Corazón por México de estar coludida con el crimen organizado y opinó que la oposición busca darle un tratamiento “perverso” al tema de la inseguridad.

Lo cierto, queridos lectores, es que este proceso electoral pinta para ser muy violento, de ahí que las autoridades electorales deben colaborar con el gobierno y los partidos para determinar las medidas de seguridad para quienes participen en los comicios, así como construir un acervo de datos que se actualice constantemente para avanzar en el estudio y la prevención de la violencia electoral.

Recomiendan para los partidos políticos, filtros para las candidaturas, y disminuir la estridencia de los discursos, evitando agresiones verbales y la polarización; pero no será fácil. Se sabe que muchos de los recursos que serán aplicados a partir de mañana en las campañas, proviene de la delincuencia organizada, el narcotráfico.

Es un secreto a voces que, en municipios rurales de todo el país, los delincuentes han sido quienes mantienen el control del lugar y, a raíz de la apertura que esta administración federal, les ha dado a los criminales con aquello de “abrazos, no balazos” y permitirles extenderse por todo el territorio, porque así ha convenido a “unos cuantos”, es que se sienten con el derecho, no sólo de “incrustar a sus candidatos”, sino de ser ellos mismos los candidatos, dejando de lado a los políticos de carrera o de convicción para “gobernar” y de esa manera apoderarse de esos lugares hasta llegar a los más altos cargos como gubernaturas y la mismísima Presidencia de la República.

No será nada fácil y, a pesar de que muchos de los que hoy gobiernan municipios de este país, cuyos cargos concluyen este 2024, buscarán la reelección, nada ni nadie garantiza que vayan a ganar, sobre todo aquellos que fueron postulados por partidos opositores a Morena, presumiéndose que será, precisamente en esos lugares, donde la “violencia se recrudezca”.

Estamos en el centro de las elecciones más complicadas de la historia de este país; pareciera como si este fuera el primer ejercicio electoral que se fuera a llevar a cabo en México; una elección prueba, donde primero hay que combatir la inseguridad, posteriormente todos los delitos electorales que se desprendan al paso de las campañas, el abuso de poder e intromisión de gobernantes que están instruidos para “apoyar a su partido”, no tanto al candidato, sino al partido en contienda. Vamos en retroceso y es responsabilidad del electorado “enderezar este barco”.

Nadie que tenga credencial de elector puede negarse a emitir su voto el próximo 2 de junio. Si no están convencidos de los candidatos, que anulen su voto, pero que lo usen. Está en los electores evitar un abuso de poder, una elección de Estado; un robo de urnas, ¡un fraude electoral!.

Por lo pronto, tengo que recordar el día de hoy:

La primera elección que se llevó a cabo en México, tuvo lugar en 1911 y este constituye el primer ejercicio comicial celebrado en la república mexicana, que permite observar una coyuntura de transición político-electoral.

Hoy se ve lo difícil que ha sido el camino histórico de la democracia en México

Diversas figuras, como los partidos políticos, la no reelección y las elecciones directas o los gobiernos compartidos, iniciaron el desgaste de un régimen dictatorial y la construcción de nuevas instituciones.

Así, se hace un recorrido histórico de dos momentos de la revolución mexicana:

1) La dictadura de Porfirio Díaz y los procesos electorales posteriores a ella, marcados por el discurso del fraude electoral y en los que las reglas del juego se fueron modificando hasta llegar a la elección de 1911.

2) El gobierno maderista con sus reformas en materia electoral, concluyendo que fue la elección de 1911 el momento de transición entre un gobierno dictatorial absoluto y otro de apertura democrática.

Esto, queridos lectores, no puede olvidarse jamás.


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