En el Senado, la mayoría de Morena redujo su actuación “a un simple ejercicio de obediencia” al Poder Ejecutivo, lamentó la senadora sin grupo parlamentario Claudia Ruiz Massieu.
En su discurso en torno al cierre de los trabajos de las 64A y 65A legislaturas de la Cámara alta, la legisladora señaló que no hubo, prácticamente, espacio para construir entendimientos; sin embargo, cuando los hubo de buena fe por parte de la oposición, como en la aprobación de la ley de la Guardia Nacional, “vino la traición del oficialismo a su palabra y a la ley”.
La exsecretaria de Relaciones Exteriores destacó la actuación del “bloque de contención”, conformado por PAN, PRI, PRD, MC y el Grupo Plural, el cual interpuso 35 demandas para invalidar leyes inconstitucionales, ya que permitió concertar cambios relevantes y evitar que se violentaran derechos fundamentales.
En ese sentido, indicó que muy pronto se descubrieron los límites de su mayoría: la reforma constitucional. Y, ante la falta de verdadera voluntad política para construir con la pluralidad, la acción de inconstitucionalidad.
“Sí a la paridad en todo, sí a la ampliación de derechos sociales, sí al reconocimiento de las comunidades afromexicanas. No al anacrónico monopolio público en la generación de energía eléctrica. No a la destrucción de las instituciones electorales para convertirlas en un apéndice de la mayoría gubernamental”, remarcó.
Ruiz Massieu lamentó que la mayoría de Morena haya rechazado la representación de las oposiciones, porque, consideró, si se niega su legitimidad y su derecho de tener un punto de vista que debe ser escuchado y tomado en cuenta para construir en democracia, y si se dan la exclusión y la imposición, lejos de hacer política, se hace la antipolítica.
“Quizás el Senado conquistó la paridad en los escaños; pero, al mismo tiempo, abandonó la voluntad de respetar la pluralidad en las ideas. La convivencia fue una simulación transitoria; la exclusión fue una realidad permanente”, recriminó.
Ruiz Massieu reconoció las reformas en favor de los derechos de los trabajadores y de la igualdad sustantiva, así como el fortalecimiento de las sanciones a la violencia contra las mujeres; sin embargo, lamentó el abandono casi total de la función del Senado de control de la gestión pública y en los nombramientos, con lo cual quedan “saldos muy negativos”.
