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Por voracidad política, expeñista, “sueña” con alcaldía de Atlacomulco

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* Héctor Velasco Monroy, señalado por desvío millonario de recursos de Diconsa, ahora es investigado por “enriquecimiento inexplicable”……

* Arrastra a su hermano Marco Antonio Velasco en investigación……

Por Karina Rocha

Lo más complicado de un sistema político, sin lugar a duda, son los políticos y en el Estado de México ¡hay de todo!, llamando la atención que, con tal de seguir en el poder, hasta el más corrupto se siente con el derecho de seguir ostentando un cargo público.

Recientemente se dio a conocer el cómo, Héctor Velasco Monroy quien, en los tiempos de Enrique Peña Nieto, como Presidente de México, fungiera como Director de Diconsa, hoy, “ruega$” por candidatura a la alcaldía de Atlacomulco, emblemático municipio ¡priista! y cuna, tanto legítima como adoptiva de gobernadores del Estado de México.

Sin embargo, en estos tiempos de crisis política por la que cruza el Estado de México y por ende sus municipios, lo menos que se pensaría sería en “dar oportunidades” a quienes “se han colgado de ésas” para beneficio personal y no del pueblo.

Ese es el caso de Héctor Velasco Monroy quien, cual cínico -como todos los corruptos- asegura “que no hay pruebas en su contra” para achacarle una investigación iniciada por la Auditoria Superior de la Federación que le imputa casi 400 millones de pesos de “desfalcos” cometidos contra el erario de Diconsa, mientras este fungía como Director General.

Pero resulta que la investigación no solo SI existe, y se encuentra bajo el expediente 2017-2-20VSS-12-0275-2018, sino que sigue viva y la Auditoria Superior de la Federación ¡no ha cerrado el caso!, por el contrario, quieren respuestas de servidores públicos como Velasco Monroy.

Pero, hay más, recientemente, en otra investigación sobre “Funcionarios de la 4T ligados a presuntos casos de corrupción”, se vuelve a tocar el tema del desfalco contra Diconsa, organismo del gobierno encargado de llevar productos de la canasta básica a comunidades rurales y marginadas, y fue ahí donde se detectaron, por parte de la ASF posibles desvíos por casi 400 millones de pesos en 2017, penúltimo año de Enrique Peña Nieto en la Presidencia.

Según dan a conocer, en un esquema muy parecido al de la llamada Estafa Maestra, la Auditoría descubrió que Diconsa incurrió en un esbozo en el que una institución de gobierno firma un convenio con una universidad pública y esta, a su vez, subcontrata a empresas para que cumplan con el servicio contemplado, sin que se compruebe si esto se lleva a cabo o no.

De ahí que, en 2017 el titular de Diconsa era Héctor Velasco Monroy quien, si bien es cierto que no está acusado directamente, los desvíos ocurrieron en su administración y éste era el que firmaba como titular, por lo que, no puede decir ¡que no hay investigación en su contra!.

Claro, en ese entonces, este sujeto era “del agrado” (sic) de Peña Nieto, pues fueron “comunes” en el Congreso Mexiquense -lo cual no es garantía de probidad y transparencia-, así como de Jesús Alcántara Núñez y Miguel Sámano Peralta, todos parte del “grupúsculo” -que no el principal ni el más poderoso- de Peña Nieto.

Otro problema que desató Diconsa en los tiempos de Velasco Monroy, es la falta de evidencia del reparto de maíz y frijol por 212 millones de pesos, de lo que no hay pruebas de la recepción de bienes o servicios que generaron pasivos por 269 millones y hay una diferencia de 476 millones entre el valor de granos registrado en el sistema y lo asentado en estados financieros.

Desde el 2012, las investigaciones sobre la administración pública de Enrique Peña Nieto, no solo no se han detenido, sino siguen vigentes en espera de ser resueltas. Ningún ex servidor público peñista está exento de ser “sentenciado” y que Velasco Monroy, no cante victoria pues, si bien es cierto que la administración de Andrés Manuel López Obrador puso “el ojo” en Rosario Robles para su encarcelamiento, suman do para ello asuntos un tanto personales y políticos, más que de recursos, también lo es que su “equipo” no está fuera de radar.

Esto es que, si los criterios legales que se aplicaron para llevar a Rosario Robles Berlanga a prisión se sobrepusieran al resto de los integrantes del gabinete de Peña Nieto, al menos cuatro exsecretarios de Estado y dos exdirectores generales seguirían preocupados y no intentando ganar un nuevo cargo público, como es el caso de Enrique Martínez y Martínez, secretario de Agricultura entre 2013 y 2015; José Calzada Rovirosa, sucesor del primero para el periodo 2015-2018; Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación durante todo el sexenio, y Emilio Chuayffet Chemor, titular de Educación Pública entre 2013 y 2015, reunirían los elementos para ser acusados de “ejercicio indebido del servicio público”.

Y es que, al igual que con el caso de Robles Berlanga, durante las gestiones de los cuatro ex funcionarios, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizó investigaciones forenses que detectaron operaciones concertadas para desviar recursos públicos sin que hasta la fecha haya aclarado el destino de esos fondos, además de que fueron casos por los que se presentaron denuncias penales ante la extinta Procuraduría General de la República (PGR) que hoy siguen vigentes en la FGR.

En la misma situación están José Reyes Baeza, director del Fondo de Vivienda del ISSSTE entre 2013 y 2015, y Héctor Velasco Monroy, director de Diconsa entre 2013 y 2017, cuyas gestiones también fueron sometidas a auditorías en las que la ASF obtuvo indicios de fraude o de desvío de recursos que todavía pueden dar lugar a procesos penales, hechos que “no se han olvidado”.

Ex servidores públicos como Velasco Monroy “le apuestan a la suerte”, sin embargo, en lo que a “las pruebas me remito” se refiere, en esta redacción existe copia del expediente 2017-2-20VSS-12-0275-2018 que la Auditoría Superior de la Federación inició sobre Diconsa en los tiempos de Velasco Monroy, investigaciones que, dicen, se han extendido hacia presunta riqueza inexplicable de este soberbio sujeto que, se dice “fortalecido” pero, en realidad, solo es señalado como un ex funcionario peñista ¡corrupto!.

Por lo pronto, se dice que se investiga ya la posesión de este sujeto de cuatro casas habitación ubicadas en Cd. de México, Acapulco, Guadalajara y Cuernavaca en el Estado de Morelos así como algunos departamentos den el Estado de Querétaro que, si bien podrían estar a nombre de “prestanombres”, también se sabe que las autoridades “ya siguen la línea del dinero y escrituras” para dar con la verdadera posesión de las mismas.

Así también, se investigan 80 gasolineras repartidas entre los Estados de Colima, Jalisco y Monterrey que se presume sean propiedad de Velasco Monroy. En este punto, se dice que la investigación se extiende sobre el hermano de Héctor, de nombre Marco Antonio Velasco Monroy, quien fungiera como asesor de Emilio Lozoya Austin, ex director de Pemex, posteriormente fue nombrado como Subdirector Comercial de Pemex Refinación y posteriormente como subdirector de Pemex Transformación, de ahí su “presunta” complicidad con el hermano para la construcción de 80 gasolineras, no sin antes mencionar que, la detención de Emilio Lozoya, caso que ¡no ha cerrado!, podría extender sus tentáculos hacia Marco Antonio Velasco Monroy y otros.

Así también, se achaca a Héctor Velasco Monroy la posesión de una aeronave, la cual, (sic) no baja de los 50 o 60 millones de pesos, misma que ya está bajo la lupa de la Auditoría Superior de la Federación. Por lo pronto insistimos: el delito y la falta administrativa por la cual fue denunciado Héctor Velasco Monroy sigue viva, pues para su mala suerte aun no le ha alcanzado ni la prescripción, ni la caducidad para librarse de la tan conocida “Estafa Maestra”, y de la que fue pieza clave y fundamental.…


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