CAMBIANDO DE TEMA

¿Qué le paso a Ebrard?

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Por Karina A. Rocha Priego

Con Marcelo Ebrard, sin lugar a duda que no se cumplió aquello de “se quedó como el perro de las dos tortas” pues, al final, pudo más “un regaño” del Jefe del Ejecutivo Federal, que sus aspiraciones presidenciales, a pesar de que Movimiento Ciudadano le abrió las puertas para hacerlo su candidato a la Presidencia de la República pero, no quiso.

El excanciller argumentó que “no cambiaría de partido político” por lo que seguirá trabajando “por la transformación”, esto luego de que la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia del partido confirmó que militantes cometieron irregularidades durante el proceso de selección del candidato a la presidencia, o sea, ¡si hubo trampas!, pero parece que, con que lo hayan hecho saber, fue suficiente para Ebrard quien ya se mantendrá “calladito y alineado”.

Por su puesto que no se volverá a hacer la encuesta de selección de candidato de Morena pese a las irregularidades reportadas, solo deciden “sancionar a los tramposos” pero, estará usted de acuerdo en que ello solo demuestra que al interior de Morena, esa es su “formita de trabajar”, vía el dedazo, la trampa y la amenaza, por lo que, de “ganar” las elecciones Claudia Sheinbaum, podría convertirse en una gobernante “espuria”, o sea, “falsa”, lo cual ¡no necesita México!.

Llama la atención que, luego de tanto escándalo armado por Ebrard y que se esperaba ¡más de él!, éste solo comentó que la queja interpuesta ante la comisión permitió que Morena detectara los fallos y que sean corregidos. Además, señaló que la organización civil que creó durante su distanciamiento con el partido se mantendrá.

Aquí el detalle está en qué pasará con toda la gente que apoyó a Ebrard, quienes tuvieron enfrentamientos para defenderlo, quienes dejaron lo que tenían que hacer por apoyarlo, quienes se echaron encima a los “chairos” (no lo puedo decir de otra manera) con tal de darle fuerza a la campaña emprendida por el excanciller, ¿Qué se les ha dicho? ¡Gracias por Participar! o ¿cómo?.

Por lo pronto, toda esa gente que tenía la esperanza de ver a Marcelo Ebrard Casaubon como candidato a la Presidencia de México pues se quedará con las ganas, porque éste “se echó para atrás”, argumentando que “no es un traidor y que continuará en Morena”, no discutible, pues cada quien milita donde quiere, pero ¿para qué tanto show? si a la mera hora, “el regaño pudo más que sus aspiraciones”.

Y tal vez fue mejor, ya que a tiempo demostró que, lamentablemente, no fue mucho de fiar…..

PRIISMO REBASADO, AVASALLADO, DERROTADO

Hablando de fiar, los que tampoco lo son, definitivamente son los priistas. Bien dicen que el peor enemigo del PRI es el propio PRI, que no ha sabido capitalizar los errores de su más fuerte contrincante, el que le ha arrebatado ¡todo!, o sea, Morena que, si ha ascendido en el poder, no ha sido por sus alcances, operación política y mucho menos sus acciones, sino por los errores “del pasado” que han cometido y que siguen cometiendo los priistas en todo el país.

La caída del PRI es resultado de sus excesos, fracasos, su simulación, su enorme corrupción, sus bastas limitaciones, su soberbia, altanería, su pragmatismo encaminado a ganar elecciones y no a cambiar realidades.

Y, quienes marcaron la pauta de la derrota priista, sin lugar a duda fueron, Enrique Peña Nieto en el ámbito nacional, y Eruviel Ávila y Alfredo del Mazo, en el ámbito estatal; mientras que en lo municipal, Fernando Zamora y Raymundo Martínez Carbajal, son los ejemplos perfectos de sus sepultureros.

Ahora bien, en lo que Eruviel Ávila se refiere, no entendemos cómo ha podido ser tan cínico. Recordemos que éste alcanzó la gubernatura del Estado de México, porque así lo quiso la cúpula tricolor, entonces liderada por Arturo Montiel Rojas quien cayó en la trampa de la amenaza de este sujeto que, fue todo, menos buen gobernador del Estado de México.

Sí Ávila Villegas ganó la gubernatura mexiquense, fue porque Montiel Rojas así lo quiso. Aquí no nos tragamos el cuento de que “fue el electorado”, lo mismo viene sucediendo con los morenistas y todos dicen “fueron elecciones limpias”. Lamentablemente, en México ¡eso no existe!, entonces, luego de que Ávila Villegas amenazara a Montiel, no quedó otra más que cederle la candidatura que en ese entonces era para Alfredo del Mazo.

Hoy, cínicamente, Ávila Villegas manda “de avanzada” a su gente (sic) para que hagan bulto en las filas del Verde Ecologista para luego él buscar, como ya lo habíamos comentado, una diputación federal plurinominal, por ese instituto político (que acoge lo que le mandan, sea bueno o sea malo) pero ¿Qué no se supone que milita en el PRI? ¿qué no fue gobernador por el PRI? Pero la voracidad les hace “chapulinear”.

El PRI hace que hace y no hace nada.

Desgraciadamente, México dista de tener ciudadanos informados y exigentes, por eso los políticos siempre encontrarán a quien engañar, usar, comprar. Todos los partidos recurren a lo mismo, pero, a algunos les sigue funcionando y a otros no.

Cuadros políticos sumisos, conformistas, ciudadanos indiferentes, la costumbre de normalizar las irregularidades provenientes del poder, han producido un hartazgo al interior de los partidos y entre la sociedad, que no reclama, pero, si castiga, por lo que ese hartazgo que desgasta, erosiona.

Los sellos cambian, las costumbres no, cambia el estilo, sin desaparecer la corrupción, no cambian los hombres, ni los propósitos, las alternativas se agotan, mientras la gente necesita algo en que creer.

Úsese y tírese, así operan todos los partidos, avasallando la mayor necesidad el ser humano que es la de tener un gobierno, para efectos de organización, representación, administración de los bienes públicos para beneficio de la comunidad y dentro del marco legal, pero eso tiende a extinguirse, a pasos agigantados y nadie, absolutamente nadie, hace algo para remediarlo.

Ahora, se nos avecina un proceso electoral, más que histórico, ¡peligroso!, porque si bien todos los que pretenden contender se sienten con “la capacidad de ser”, solo lograrán llegar los que “le lleguen al precio” a los operadores políticos del momento, pero, ¿quién tiene el control de los recursos de este país? Pues quien lo tiene, ¡matará por ganar!, y eh ahí el riesgo que se corre en el 2024. Tiempo al tiempo…..


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