Los diputados del Parlamento turco votaron a favor de la adhesión de Suecia a la OTAN, casi dos años después de que Estocolmo junto con Helsinki solicitaran la membresía en la Alianza, liderada por EE.UU.
A pesar de la aprobación del ingreso del país nórdico a la OTAN, expresada por la mayoría de los diputados, durante las discusiones previas a la votación, algunos políticos se oponían a la membresía de Suecia en la Alianza, afirmando que no fueron cumplidas todas las exigencias de Ankara respecto a la extradición de los miembros del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK). Al mismo tiempo, los diputados citaron la quema del Corán como motivo para rechazar la petición de Estocolmo.
Suecia y Finlandia solicitaron ingresar a la OTAN en mayo de 2022. El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, planteó entonces una serie de objeciones a ambas solicitudes por considerar que ambos países protegían a grupos catalogados como terroristas por Ankara, así como por sus embargos comerciales en materia de defensa.
Turquía aprobó la membresía de Finlandia el pasado mes de abril, mientras ha exigido a Suecia —cuya adhesión a día de hoy tampoco ha ratificado Hungría—que tome más medidas para frenar las actividades en su territorio de los miembros del PKK, considerado grupo terrorista en la Unión Europea.
En respuesta, Estocolmo presentó un proyecto de ley antiterrorista que ilegaliza la pertenencia a organizaciones terroristas, al tiempo que levantó las restricciones a la exportación de armas a Ankara, asegurando que ha cumplido su parte del acuerdo trilateral firmado con Finlandia y Turquía en junio de 2022.
