El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, informó que ambas naciones reiteraron su compromiso con la gestión de los flujos migratorios sin precedentes como una responsabilidad compartida. A través de una declaración, destacó que los dos gobiernos están “comprometidos a abordar la migración irregular como un reto humanitario y de seguridad desarticulando a las organizaciones criminales trasnacionales de tráfico de personas”.
Agregó que una delegación de alto nivel de México, encabezada por la titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Alicia Bárcena, sostuvo una reunión ministerial en Washington, D.C. el pasado 19 de enero para dar continuación a la visita de la delegación estadounidense, liderada por el secretario Antony Blinken, a México el pasado 27 de diciembre.
Durante este encuentro, ambas naciones avanzaron en su determinación por ampliar las acciones destinadas a abordar este desafío humanitario y de seguridad. Como parte integral de la gestión de los flujos migratorios sin precedentes, el gobierno estadounidense ha llevado a cabo 79 vuelos de repatriación desde el 1 al 21 de enero.
El embajador estadounidense reconoció los esfuerzos de México en desmantelar organizaciones criminales trasnacionales que explotan la vulnerabilidad de los migrantes, como la desarticulación de al menos 10 de estas organizaciones, operando en la frontera compartida y en lugares como Honduras, Guatemala, El Salvador, Chiapas, Chihuahua, Hidalgo, Veracruz, entre otros.
Ken Salazar detalló que la promoción de vías legales de migración es una tarea compartida, priorizando alejar a las personas de la migración irregular y sus riesgos asociados con organizaciones criminales. Agregó que además de hacer cumplir las leyes migratorias, se trabaja en abordar las causas fundamentales de la migración, colaborando estrechamente con socios regionales.
En colaboración con México, indicó que se busca gestionar la migración de manera ordenada, segura y humana, avanzando hacia una frontera del siglo XXI que sea moderna, segura y eficiente. Ejemplo de ello son las reuniones entre autoridades estadounidenses y mexicanas para el desarrollo de la región estratégica de Cali-Baja en la Mesa de Otay II (East).
