CAMBIANDO DE TEMA

Velasco Monroy, investigado por ASF

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* Exservidor público peñista, exige candidatura por Atlacomulco……

* El exdirector general de Diconsa, quiere seguir colgado del erario público……

Por Karina Rocha Priego

El Comité Directivo Estatal del PRI, sigue cometiendo los mismos errores de siempre. Todo parece indicar que Ana Lilia Herrera Anzaldo “está maniatada” por el líder nacional priista, Alejandro Moreno, quien no tiene ni idea del cómo se maneja la política del Estado de México.

No sólo han dado entrada a una mujer como candidata a una diputación local, cuando esta está señalada por pretender “asesinar” a su esposo, un hombre de 78 años que fungiera como gobernador del Estado de México, y a quien han mantenido “incomunicado” o “comunicado a modo”, sino que ahora, pretenden “impulsar” a un sujeto como candidato a la alcaldía de Atlacomulco, cuando este tiene muchas cuentas que aclarar a los mexicanos. Exservidor público de la administración federal de Enrique Peña Nieto, quien tiene mucho que explicar, principalmente a la Auditoría Superior de la Federación.

Se trata de Héctor Velasco Monroy, quien fungiera como director general de Diconsa, y que fuera denunciado ante la entonces Procuraduría General de la República por los panistas en 2017, por desvíos en dicha institución por más de 325 millones de pesos.

Diconsa, era el organismo del gobierno federal encargado de llevar productos de la canasta básica a comunidades rurales y marginadas.

La Auditoría Superior de la Federación señaló que Héctor Velasco Monroy, operó Diconsa en un esquema para desviar recursos públicos, que se da cuando una institución de gobierno firma un convenio con una universidad pública y esta, a su vez, subcontrata a empresas para que cumplan con el servicio contemplado, sin que se compruebe si esto se lleva a cabo o no.

Tal mecanismo está documentado en la investigación periodística “La Estafa Maestra”, que rastreó cómo las secretarías de Desarrollo Social (Sedesol) y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) establecieron convenios con universidades que contrataron a empresas fantasmas, lo que derivó en desvíos millonarios.

En el caso de Diconsa en 2017, la Auditoría Superior de la Federación detectó que Velasco Monroy firmó un convenio con el Fondo de Fomento y Desarrollo de Investigación Científica y Tecnológica de la Universidad Autónoma del Estado de México (FONDICT-UAEM), el cual, al no contar con los recursos humanos necesarios para cumplir con dicho convenio, subcontrató a empresas; sin embargo, dicho rubro quedó transparentado por la UAEMex, no así los “negocios oscuros” que Velasco Monroy seguía llevando a cabo con otras universidades del país.

Cabe comentar que, durante seis años consecutivos, la ASF ha denunciado el desvío de recursos públicos mediante el esquema de adjudicaciones directas, consistentes en la asignación, y celebración recurrente de contratos y convenios entre entidades y dependencias de la administración pública para la presentación de diversos servicios y adquisiciones.

Diconsa, además, realizó pagos indebidos al Instituto Tecnológico Superior de Cosamaloapan (ISTCO) por más de $63,000,000.00 (sesenta y tres millones de pesos), cuando la erogación era para que, supuestamente dicho instituto le brindara a Diconsa, servicios integrales de infraestructura de  cómputo, sin embargo Diconsa, no tenía autorizada la partida presupuestal para dicho servicio y, sin embargo, el entonces director Héctor Velasco Monroy, destinó dicho recurso y tomó el dinero aun sin estar contemplado en su presupuesto autorizado.

La Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a través de la Unidad de Inteligencia Financiera, ha realizado una investigación detallada de los movimientos financieros y bancarios de Héctor Eduardo Velasco Monroy, derivado del desvío millonario de recursos públicos.

Es más, se ha dejado saber que este sujeto, tenía que haber acompañado a Rosario Robles Berlanga en el reclusorio, pues fue “parte fundamental” para llevar a cabo la “Estafa Maestra”, pero, se dice, el Gobierno de la República actual, prefirió desviar la atención de las autoridades investigadoras sobre todo lo que oliera a Peña Nieto, sobre otros casos menos impactantes, en lugar de encarcelar a fraudulentos servidores públicos como Velasco Monroy.

Hoy, para colmo, este oscuro personaje, como ya es moda en estos tiempos, se convierte en otro aspirante de ocurrencia para un cargo de elección popular, argumentando su experiencia en la administración pública cuando, en realidad, su paso por el gobierno peñista le hizo “allegarse de recursos mal habidos” convirtiéndose, como dicen sus allegados, en un “nuevo rico” que hoy busca “seguir colgado” del erario público y bajo las siglas del PRI.

Es importante señalar que los inicios de Héctor Velasco Monroy, se debió más a sus apellidos que a su trabajo político, y que apadrinado por René Montiel Peña, expresidente municipal priista de Atlacomulco (hoy candidato a diputado federal por Movimiento Ciudadano), quien en ese momento fungió como su secretario particular, convirtiéndose de manera posterior como regidor de dicho municipio en la Administración de Marisol Arias Flores, en el periodo constitucional de 1997-2000, en donde dicho sea de paso, se la pasaba de viajes a Cuba, sin razón aparente y mucho menos para “beneficiar” a la administración municipal.

Éste, se desempeñó en 2004 como secretario particular adjunto del entonces gobernador del Estado de México, llegando a ser diputado local y más tarde a diputado federal, hasta llegar a la cúpula del poder siendo director general de Diconsa, pues este ilustre personaje después de casi pisar la cárcel junto con Rosario Robles, hoy ignorando el sentir de la militancia priista en la cuna de este instituto político (Atlacomulco), Héctor Velasco, está desesperado por una audiencia privada con la dirigente estatal del PRI, para ver si, como es su costumbre, la logra persuadir en un oscuro arreglo, para salir favorecido y ser el abanderado por la candidatura a la presidencia municipal del tan emblemático municipio, bastión del priismo como lo es “Atlacomulco”, queriéndose aprovechar y apoyar en el trabajo de la militancia, dejando atrás el trabajo que ha desempeñado la gente de a pie de dicho partido para sus intereses personales.

A Velasco Monroy se le olvida que ¡ya no tiene fuero! y el delito y la falta administrativa por la cual fue denunciado por los panistas sigue viva, pues para su mala suerte aún no le ha alcanzado ni la prescripción, ni la caducidad para librarse de la tan conocida “Estafa Maestra”, y de la cual fue pieza clave y fundamental.

Continuará…


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