El volcán Marapi, en la provincia indonesia de Sumatra Occidental, entró en erupción el domingo y expulsó nubes de ceniza blanca y gris a más de 3.000 metros (unos 9.800 pies) de altitud y arrojó masas de ceniza caliente a varios kilómetros de distancia.
De momento no había reportes de víctimas, indicó Ahmad Rifandi, funcionario del Centro de Mitigación de Peligro Geológico y Vulcanología de Indonesia en el puesto de vigilancia de Marapi. Dos rutas para escaladores fueron cerradas después de la erupción y los vecinos recibieron instrucciones de mantenerse a 3 kilómetros (1,8 millas) de la boca del cráter y estar atentos al peligro de posibles erupciones de lava.
Unos 70 escaladores empezaron a subir el volcán de casi 2.900 metros (9,480 pies) el sábado y se quedaron varados. Hasta el momento, 49 han sido rescatados y el resto sigue esperando, dijo Hari Agustin, funcionario de la Agencia de Búsqueda y Rescate local en Padan, la capital de la provincia de Sumatra Occidental.
Aproximadamente 168 rescatistas, incluidos policías y soldados, han sido desplegados para ayudar a los montañistas, agregó. En un video publicado en redes sociales, se ve cómo los escaladores son llevados a un albergue con sus rostros y cabello cubierto de polvo volcánico y lluvia.
Varios poblados quedaron cubiertos de ceniza, que ocultó al Sol en varios lugares, indicó el vocero de la Agencia Nacional de Manejo de Desastres, Abdul Muhari. Las autoridades repartieron mascarillas e instaron a los residentes a usar gafas para protegerse de la ceniza volcánica, apuntó.
Unas 1.400 personas viven en las laderas del Marapi en Rubai y Gobah Cumantiang, los poblados más cercanos a unos 5 y 6 kilómetros (3,1 y 3,7 millas) de la cima.
El nivel de alerta del Marapi se mantenía en el tercero de cuatro, señaló Muhari, que confirmó que las autoridades vigilaban de cerca la situación después que los sensores mostraran un aumento de la actividad en las últimas semanas.
Marapi está activo desde enero, cuando también hizo erupción sin causar muertes. Está entre los más de 120 volcanes activos en Indonesia, que es propensa a la actividad sísmica debido a su ubicación en el Anillo de Fuego del Pacífico, un arco de volcanes y fallas sísmicas que rodean la Cuenca del Pacífico.
