A través de un comunicado, el gobierno brasileño al mando del presidente Lula, condenó la acción de las fuerzas policiales ecuatorianas en la Embajada de México en Quito.
Además de declarar que la acción viola algunos acuerdos, mencionaron que dicha medida llevada a cabo por el gobierno de Ecuador constituye “un grave procedente, y debe ser objeto de un enérgico repudio, cualquiera que sea la justificación para su implementación”.
Por último, el gobierno brasileño expresó su solidaridad con el gobierno mexicano.